El rey de las hortalizas estimula la digestión y sacia el apetito durante horas.
Los espárragos tienen muy pocas calorías y grasas, pero pese a todo sacian mucho. Esta hortaliza primaveral consta de más de un 9o% de agua, por lo que una porción de espárragos de 50o g tan solo aporta unas 90 kcal, lo que significa que se pueden comer opiparamente sin reservas. Debido a su contenido relativamente alto de fibra (unos 2 g por cada 100 g), estimulan la digestión. Los espárragos también contienen vitamina C, ácido fólico y vitaminas del grupo B. Estas últimas contribuyen a mejorar el estado de la piel. El consumo de espárragos influye beneficiosamente en el metabolismo: debido al potasio, son diuréticos y drenantes, y además estimulan la actividad de los riñones.
Los espárragos verdes suelen ser incluso más ricos en vitaminas y minerales que los espárragos blancos, y también más sencillos de preparar, ya que solo hay que pelar el tercio inferior. La temporada de los espárragos autóctonos va de abril a junio. Los que se venden esos meses son frescos, de buena calidad y normalmente proceden de zonas de cultivo más próximas.
Fuente: Los 50 mejores alimentos adelgazantes.